Aula Invertida ¿Qué es y cómo funciona el aprendizaje invertido?
La educación invertida es un enfoque
pedagógico en el que la instrucción directa se realiza fuera del aula y el
tiempo presencial se utiliza para desarrollar
actividades de aprendizaje significativo y personalizado. Son clases en las que existe un incremento en
la motivación de los alumnos, hacen un ambiente de aprendizaje más
agradable y donde se obtienen resultados escolares mejores.
En la mayoría de las aulas de
las universidades el escenario típico de un día de clases consiste en que el
profesor pase al frente, “da la clase” y escriba en el pizarrón para impartir
su cátedra. Él es la figura central del modelo de aprendizaje, mientras que sus
estudiantes toman apuntes y se llevan tarea que deberán realizar en casa al
finalizar la lección. El profesor sabe o se percata que muchos alumnos no
entendieron completamente la clase del día, pero no tiene el tiempo suficiente
para reunirse con cada uno de ellos de forma individual para atender sus
dudas. Lo anterior, es parte de un
modelo de enseñanza tradicional centrado en el profesor.
Educadores alrededor del mundo
están tratando de cambiar este modelo tradicional enfocado en el avance a
partir de un plan de estudios por uno guiado
por las necesidades de aprendizaje de los alumnos. El modelo que ha
despertado interés por su potencial es el
Aprendizaje invertido, un modelo centrado en el estudiante que
deliberadamente consiste en trasladar una parte o la mayoría de la Instrucción
directa al exterior del aula, para aprovechar el tiempo en clase maximizando
las interacciones uno a uno entre profesor y estudiante.
Esto no quiere decir que
actualmente la instrucción sea necesariamente mala: puede ser una manera
efectiva de adquirir conocimiento nuevo; el inconveniente es el ritmo.
En el método tradicional el contenido educativo se presenta en el aula y las actividades de
práctica se asignan para realizarse en casa. El Aprendizaje invertido da un giro a dicho método, mejorando la
experiencia en el aula al impartir la Instrucción directa fuera del tiempo de
clase generalmente a través de videos.
Esto libera tiempo para realizar actividades
de aprendizaje más significativas: discusiones, ejercicios, laboratorios,
proyectos, etc.
En este método, el profesor asume un nuevo rol como guía
durante todo el proceso de aprendizaje de los estudiantes y deja de ser la
única fuente o diseminador de conocimiento. Facilita el aprendizaje a
través de una atención más personalizada, así como actividades y experiencias
retadoras que requieren el desarrollo de pensamiento crítico de los alumnos
para solucionar problemas de forma individual y colaborativa.
En esta estrategia, el video es uno de los principales
recursos, aunque también se puede hacer uso de otros medios y recursos
electrónicos como screencasting, digital stories, simulaciones, ebooks, electronic journals, entre otros más.
Muchos educadores comienzan a
invertir sus clases mediante el uso de este tipo de materiales de fácil acceso
para que los estudiantes los vean en el momento y lugar que les sea más
conveniente y tantas veces como lo necesiten para llegar mejor preparados a la
clase. Aprovechando esta preparación anticipada, los profesores pueden dedicar
más tiempo a implementar estrategias de aprendizaje activo con los estudiantes
como realizar investigaciones o trabajar en proyectos en equipos.
La integración
de tecnología en el aprendizaje siempre ha propiciado mucho revuelo y
expectativas debido a los cambios que la innovación puede acarrear.
Se han identificado pilares
que hacen posible el Aprendizaje invertido:
1. Ambientes flexibles: Los
estudiantes pueden elegir cuándo y dónde aprenden; esto da mayor flexibilidad a
sus expectativas en el ritmo de aprendizaje. Los profesores permiten y aceptan
el caos que se puede generar durante la clase. Establecen evaluaciones
apropiadas que midan el entretenimiento de una manera significativa para los
estudiantes y profesores.
2. Cultura de aprendizaje: Se
evidencia un cambio deliberado en la aproximación al aprendizaje de una case
centrada en el profesor a una en el estudiante. El tiempo en el aula es para
profundizar en temas, crear oportunidades más enriquecedoras de aprendizaje y
maximizar las interacciones cara a cara para asegurar el entendimiento y
síntesis material.
3. Contenido intencional: Para
desarrollar un diseño instruccional hay
que hacerse la pregunta ¿Qué contenido se puede enseñar en el aula y qué
materiales se pondrán a disposición de los estudiantes para que los exploren
por sí mismos? Responderla es importante para integrar estrategias o métodos de
aprendizaje de acuerdo al grado y la materia, como basado en problemas, mastery learning, socrático, entre
otras.
4. Docente profesional: En
este modelo, los docentes cualificados son más importantes que nunca. Deben
definir qué y cómo cambiar la instrucción, así como identificar cómo maximizar
el tiempo cara a cara. Durante la clase, deben de observar y proveer
retroalimentación en el momento, así como continuamente evaluar el trabajo de
los estudiantes.
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